La primera singladura que hice, me quedo grabada para siempre, era muy joven y con muchas ganas de ver el mundo, y lo ví.....grándes olas oceánicas de unos 15 metros de altura que el barco tenía que subir y bajar, teniendo cuidado para no volcar, ...con los años comprendí la similitud. Y algunas olas te ponian un nudo en el estómago, otras era un placer verlas romper o deslizarte por ellas....
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