viernes, 24 de diciembre de 2010

Nadie. Todo es posible.




El Ángel 

Cuando el niño era niño 
andaba con los brazos colgando, 
quería que el arroyo fuera un río, 
que el río fuera un torrente 
y que este charco fuera el mar. 
Cuando el niño era niño 
no sabía que era niño, 
para él todo estaba animado 
y todas las almas eran una. 
Cuando el niño era niño 
no tenía opinión sobre nada, 
no tenía ninguna costumbre, 
se sentaba en cuclillas, 
tenía un remolino en el cabello 
y no ponía caras cuando lo fotografiaban. 


Cuando el niño era niño 
era el tiempo de preguntas como: 
¿Por qué yo soy yo y por qué no tú? 
¿Por qué estoy aquí y por qué no allí? 
¿Cundo empezó el tiempo y dónde termina el espacio? 
¿Acaso la vida bajo el sol no es sólo un sueño? 
Lo que veo y oigo y huelo, 
¿no es sólo la apariencia de un mundo ante el mundo? 
¿Existe de verdad el mal y gente que realmente son malos? 
¿Cómo puede ser que yo, el que soy, 
no fuera antes de devenir, 
y que un día yo, el que yo soy, 
no seré más ese que soy?



El hombre: 
Cuando el niño era niño 
las manzanas y el pan le bastaban de alimento, 
y todavía es así. 
Cuando el niño era niño 
las bayas le caían en la mano como sólo caen las bayas, 
y ahora todavía; 
las nueces frescas le ponían áspera la lengua, 
y ahora todavía; 
encima de cada montaña tenía el anhelo de una montaña más 
alta y en cada ciudad el anhelo de una ciudad aún más 
grande, y siempre es así todavía. 
En la copa del árbol tiraba de las cerezas 
con igual deleite como hoy todavía; 
se asustaba de los extraños 
como todavía se asusta; 
esperaba las primeras nieves, 
y todavía las espera. 
Cuando el niño era niño 
lanzó un palo como una lanza contra el árbol 
y hoy vibra ahí todavía.

El Narrador: 
Cuéntanos, musa, del narrador, del infante, 
del anciano apartado de los lindes del mundo, y haz que en 
él se reconozca cada hombre. Con el tiempo, los que me 
escuchaban se han convertido en mis lectores, ya no se 
sientan en círculo sino solos, y cada uno no sabe nada del 
otro. Soy un viejo, con la voz quebrada, pero el relato 
sigue elevándose desde las profundidades y la boca 
entreabierta lo repite, tan poderoso como apacible; una 
liturgia para la que nadie necesita estar iniciado en el 
sentido de las palabras y de las frases.
El mundo parece ahogarse en el crepúsculo, 
pero yo narro, como al principio, en mi cantinela que me 
sostiene; a salvo, por el relato, de las revueltas del 
presente y protegido para el futuro. Se acabó el remontarse 
muy atrás de antaño, el ir y venir a través de los siglos... 
Yo sólo puedo pensar de un día para otro. Mis héroes ya no 
son los guerreros y los reyes, sino.... las cosas de la paz, 
todas iguales entre sí, las cebollas que se secan, tan 
valiosas como el tronco de árbol que atraviesa el pantano. 
Pero nadie ha logrado aún cantar una epopeya de la paz. ¿Qué 
le ocurre a la paz, que no puede seguir fascinando por mucho 
tiempo, que no se deja narrar apenas por nadie? ¿Debo 
renunciar ahora? Si renuncio, entonces.... la humanidad 
pierde su narrador. Y si alguna vez la humanidad pierde su 
narrador, al mismo tiempo habrá perdido su infancia. No 
logro encontrar Postdamer_Platz. ¿Aquí? No puede ser! En 
Postdamer_Platz estaba el.... Café Josti. Ahí, por las 
tardes, conversaba, tomaba un café, y observaba al público, 
después de fumar mi puro, de Loese y Wolf, un renombrado 
comercio de tabaco. Aquí, justo enfrente. Esto no puede ser 
Postdamer_Platz! Y no hay nadie a quien preguntar. Era una 
plaza llena de vida! Tranvías, ómnibus de caballos y dos 
automóviles: el mío y el del chocolatero. Los alemanes de 
Wertheim también estaban ahí. Y después, de pronto.... 
colgaban banderas, ahí.... Toda la plaza estaba repleta. Y 
la gente ya no era amable, y la policía tampoco. Pero no voy 
a parar hasta que no haya encontrado Postdamer_Platz. ¿Dónde 
están mis hombres? ¿Dónde estáis vosotros mis niños? ¿Dónde 
están los míos, los simples, los primigenios? Nómbrame, 
musa, al pobre bardo inmortal, quien, abandonado por sus 
mortales oyentes, ha perdido su voz. Él, que de ángel del 
relato se convirtió en el ignorado ó burlado organillero, 
fuera, en el umbral de la tierra de nadie.
Sólo las vías romanas conducen aún a lo 
lejos, sólo las huellas más antiguas aún conducen más lejos. 
¿Dónde está el puerto de montaña? También la planicie, 
también Berlín, tiene sus recónditos puertos y ahí es donde 
empieza mi tierra, la tierra de la narración. ¿Por qué no 
todos ven, de niños, los puertos, los portones y los 
intersticios, abajo en la tierra y arriba en el cielo? Si 
cada uno los viera, habría una historia sin sacudidas 
morales y sin guerra.



Marión: 
Se acabó.... Ni una temporada! Vuelve a faltarme 
tiempo para acabar algo. Lo del circo.... Recuerdos para 
dentro de diez años. Esta es mi última noche con mi querido 
número.... y además hay luna llena, y la trapecista se rompe 
la crisma.... Cállate! Nunca me la imaginé así.... La 
despedida del circo. La última noche no viene nadie, tocas 
como soquetes, y yo vuelo sobre la carpa como un pollo en el 
el puchero. Luego otra vez de camarera. Merde! A menudo 
hablo de mí sólo por apuro. En momentos como éste, momentos 
como ahora mismo.... El tiempo lo curará.... ¿Y si el tiempo 
fuera la enfermedad? Como si hubiera que encorvarse para 
seguir viviendo. Vivir.... Una mirada basta. El circo.... Lo 
voy a echar de menos. Es extraño, no siento nada. Es el fin 
y no siento nada.-Ha pasado un ángel!-; -Vaya ángel más 
alicaído! Como si el dolor no tuviera pasado.... Toda 
esa gente que he conocido, que quedan y quedaran en mi 
cabeza. Todo termina siempre cuando acaba de empezar. Era 
demasiado bonito. Por fin fuera, en la ciudad. Hallar quién 
soy, en quién me he convertido. Suelo ser demasiado 
conciente para estar triste. Esperé una eternidad que 
alguien me dijera algo cariñoso. Luego me fui al 
extranjero.... Alguien que me dijera: "Hoy te quiero 
tanto", sería tan bonito! Miro ante mí y el mundo se alza 
ante mis ojos, me llega al corazón. De niña.... sentía 
deseos de vivir en una isla. Una mujer sola, plenamente 
sola. Eso es. Vaciada, incompatible.... El vacío.... el 
miedo.... La mirada de un animalito perdido en el bosque. 
"¿Quién eres tú?" Ya no lo sé. Pero algo sé: No seré 
trapecista. Decisiones imprevistas en las que uno cree.... 
No llorar! No quiero llorar, para nada! Ocurre, así son las 
cosas.... No siempre sale como uno quiere. El vacío, el 
vacío. Ya no pensar en nada. Estar aquí. Aquí soy 
extranjera, pero todo me resulta familiar. En todo caso, no 
puedo perderme, siempre se llega al muro. Esperaré la foto 
en el fotomatón: saldrá una con otro rostro, y así podría 
empezar una historia. Los rostros, tengo ganas de ver 
rostros. Quizás encuentre un trabajo de camarera. Tengo 
miedo de esta noche. Qué tontería. La angustia me pone 
enferma, porque una parte de mí se preocupa y la otra no se 
lo cree. ¿Cómo debo vivir? Sé tan pocas cosas.... Tal vez 
sea demasiado curiosa. A menudo pienso de forma equivocada.. 
... porque pienso como si hablara a otro. Dentro de los 
ojos cerrados, cerrar aún más los ojos.... Entonces, incluso 
las piedras cobran vida. Será por los colores. Los colores! 
Los neones en el cielo del atardecer. Los tranvías rojos y 
amarillos. Sólo tengo que estar lista y todos los hombres 
del mundo me mirarán. Nostalgia. Nostalgia de una ola de 
amor que creciese en mí. Eso es lo que me hace resultar 
torpe: la ausencia de placer. Deseo de amar.... Deseo de 
amar!

Nunca lo lograré esta noche. Nada de trapecios con 
luna llena. No es la última vez, la última de todas. Creo 
que debo parar este sueño. Se acabó el circo. Se acabó. 
Vuelve a anochecer en mi cabeza. El miedo. El miedo a la 
muerte. La muerte, por qué no. Lo esencial, a veces: no ser 
más que hermoso. Mirarse en el espejo.... es mirarse pensar. 
¿Qué piensas pues? Pienso que sí tengo derecho a tener miedo 
pero ya no a hablar de ello. Aún no te has vuelto ciega, el 
corazón sigue latiendo.... Y ahora lloras! Quisieras llorar 
como una niña que esta muy triste. ¿Sabes por qué lloras? 
¿Por quién? No por mí. Ya no lo sé. Quisiera saber. No sé 
nada. Tengo un poco de miedo. Ya se fue. Pero volverá.
No importa.
Poder decir como ahora mismo: "Estoy alegre". 
Tengo una historia. Y voy a seguir teniéndola.
Ahí vuelve mi sentimiento de bienestar. Como si 
dentro de mi cuerpo se cerrara una mano suavemente.


Sueño
Cuando el niño era niño 
era el tiempo de preguntas como: 
¿Por qué yo soy yo y por qué no tú? 
¿Por qué estoy aquí y por qué no allí? 
¿Cundo empezó el tiempo y dónde termina el espacio? 
¿La vida bajo el sol no es sólo un sueño? 
No podría decir quién soy. No tengo la menor idea. 
Soy alguien sin orígenes. Sin historia, sin país, y me gusta 
así. Aquí estoy, libre. Puedo imaginármelo todo. Todo es 
posible. Basta que alce la mirada y vuelvo a ser el mundo. 
Ahora, en este sitio, un sentimiento de felicidad que podría 
tener siempre.


Win Wenders. "Alas del deseo"

7 comentarios:

Ofelia Gasque Andrés dijo...

Con los mejores deseos, le deseo lo mejor a tu niño, adolescente, joven, adulto, viejo, y nada y todo.
Un gran abrazo***

Inuk dijo...

Mi querido Tula, no imaginas la tremenda emoción que me da leerlo. Lo he escuchado tantas veces, lo he leído otras cuantas, y no me canso de verlo.

Un abrazo y un beso

Raticulina dijo...

La ví hace tanto tiempo...sin embargo recuerdo aún su poesía, su desesperanza.

Seamos niños aún, Tula. Eso deseo.

Un beso

Camino a Gaia dijo...

¿Por qué yo soy yo y no soy tù?
Puede que para que podamos ver el mundo desde muchos sitios diferentes.
Un abrazo y feliz año.

Ahab dijo...

No he visto esta película. Cita pendiente.

Por cierto, de aquel post en mi blog con "donde esta la casa de mi amigo", recordé tu mención y me vi "Copia certificada", y para ser honesto, me esperaba otra cosa.

Me ha gustado esta transcripción y veré la película de Wenders.

Un saludo y salud para el nuevo año

abrazos

jcaguirre dijo...

De Win Wenrres recuerdo Paris Texas que me gustó. Tomo nota de esta y la veré.

Ahab dijo...

Hola Tula, de vez en cuando paso por aquí por si has publicado algo nuevo pero hace mucho que no veo señales de ti por aqui, ni en otros blogs donde solia ver comentarios tuyos antes.

Espero que todo te vaya bien.

Un saludo del capitán